Morir antes de andar: la dura supervivencia del emprendimiento mexicano

Convertir una idea en una empresa real implica mucho más que entusiasmo inicial. Según datos del INEGI, 6 de cada 10 negocios en México mueren antes de su segundo aniversario. La esperanza de vida promedio de un emprendimiento es apenas de 8.4 años, teniendo mayor expectativas en estados como Oaxaca (11.4 años), Yucatán (10.7 años) y Queretaro (9.8 años), mientras que los estados con menor esperanza de vida se encuentran Tamaulipas (7.2 años), Veracruz (7.4 años) y Coahuila (7.7 años).

La interrogante se encuentra precisamente en conocer ¿por qué fracasan tantos emprendimientos? Y es que consolidar un negocio va mucho más allá de vender: se debe dominar finanzas, mercadeo, operaciones, tecnologías, talento humano, entre otros aspectos, lo cual representa un reto incluso para los directivos más experimentados.

Entonces la tarea para el emprendedor no es sencilla. Consolidar su negocio y hacerlo crecer requiere desarrollar capacidades y habilidades de gestión tan agudas como las de cualquier corporativo. Coronado et al. (2021) identificaron como habilidades esenciales para un emprendedor, aspectos de creatividad, iniciativa y responsabilidad, planificación, gestión y compromiso, responsabilidad social y trabajo en equipo, actitud para enfrentar el cambio, autoconfianza y comunicación.

¿Tienes las habilidades para dirigir tu startup hacia el éxito? Con dedicación y compromiso es posible lograr que un emprendimiento supere sus primeros años críticos para consolidarse en el tiempo.